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sábado, 11 de junio de 2011

Hacia el Foro 2

LO QUE LA EVALUACIÓN SILENCIA 2
“Las Servidumbres voluntarias”

Aunque la evaluación no es un tema que se haya tratado mucho dentro del pensamiento contemporáneo, sin embargo, es un fenómeno esencial de los tiempos actuales.

La evaluación inunda la actividad de nuestras vidas, casi de manera imperceptible, desde los dispositivos sanitarios en su amplio espectro, hasta los educativos, empresariales, literarios, artísticos, e incluso la vida cotidiana. Es así como lo calculable, la medida, entra en nuestras vidas y nos afecta como sujetos. El poder administrativo, las políticas de gestión, la pesadez de su control informático y estadístico, se imponen y atraviesan los gobiernos. En principio, parecería que se trata de evaluar instituciones, grupos y no de individuos, pero son los individuos los evaluados, y el resultado de ella es tener a hombres y mujeres marcados por la comparación con el grupo de referencia o los parámetros que las agencias de evaluación imponen. Esta comparación siempre se salda con un negativo. En la clínica que nos ofrece la experiencia analítica esto es patente y claro, cada vez que el sujeto se compara sale “perdiendo”.

Nos atreveríamos a decir que el poder de la evaluación es tiránico porque lo que en esencia pretende, más que la propia evaluación, es conseguir del sujeto su consentimiento a esta operación. Con este consentimiento, con esta servidumbre, dejamos de lado lo incomparable de cada uno y pasamos a formar parte de esa masa evaluada. ¿Qué consecuencias tiene esto para los sujetos?: el propio rechazo de sí mismos, un empuje destructivo, al considerarse menos que los otros y, por lo tanto, merecedores de sufrir las consecuencias de este “deficit”. Vemos así proliferar los estados depresivos, angustiosos... las adicciones. Pero también, esto explicaría la sorprendente docilidad con la que los ciudadanos aceptan este estado de cosas que los lleva a la impotencia frente a cualquier acción que pudieran acometer.

Ya Étienne de la Boétie (1) ponía en primer término esa servidumbre voluntaria, como lo único que en último término explicaría el éxito de cualquier tiranía. Es este consentimiento del sujeto lo que en última instancia la hace posible. ¿Qué de lo propiamente subjetivo podría explicar esto? Con S. Freud y J. Lacan encontraremos respuestas a estas preguntas que se desplegarán en nuestro Foro. El psicoanálisis, por ocuparse de lo incomparable e inconmesurable de cada uno, permite a los sujetos reencontrarse con lo que les ha sido arrebatado, con lo imposible de evaluar. Desde luego no creemos ser los únicos que activamente defendemos lo más íntimo e inigualable de cada uno. Por ello, animamos a participar en este Foro a todos aquellos que quieran desenmascarar las nuevas formas que esta servidumbre adopta e ilustrarnos sobre su invención para resistir a ella.

Este segundo Foro, en continuación con el anterior – Lo que la evaluación silencia, un caso urgente: el Autismo (Barcelona, junio 2010) - se enmarca en un movimiento que Jacques-Alain Miller comenzó en el año 2001, con la publicación de sus Cartas a la Opinión Ilustrada (2) y que prosigue con la realización de Foros en París donde participan intelectuales, escritores, artistas, psicoanalistas, políticos.

Esta vez, la convocatoria tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el sábado 11 de junio de 2011

Para inscribiros y recibir el boletín on-line A-FORO, mandar un correo a olga.monton.al@gmail.com , desde donde os irán llegando textos, comentarios, entrevistas, curiosidades, cuestiones organizativas y que darán la oportunidad a distintas formas de participación. También contamos con el blog y el perfil en Facebook, donde podréis consultar los textos enviados.
Mercedes de Francisco


(1) Étienne de la Boétie, Discurso de la servidumbre voluntaria. Editorial Tecnos. Madrid 2010
(2) J.-A. Miller, Cartas a la opinión ilustrada, Editorial Paidós, Barcelona 2002.

1 comentario:

  1. desde Madrid, España23 de mayo de 2011, 4:01

    Me interesa sumamente este planteamiento que ustedes delinean.
    Mi caso personal: soy terapeuta Gestalt y socióloga.
    Estoy excluida de toda posibilidad de trabajar en la "sanidad" pública en España; soy una terapeuta "ilegal" de acuerdo a las últimas legislaciones de "lo clínico" aquí.
    Tengo bloqueada en la mayoría de centros terapéuticos la posibilidad de alquilar despachos para trabajar con mis clientes; no se me aceptan ni se me contestan, en una variedad de centros terapéuticos, mis ofertas para colaborar como co-terapeuta socióloga voluntaria; y tampoco puedo formarme con comodidad porque en numerosas formaciones clínicas el acceso está reservado en función de las titulaciones originales, independientemente de la formación posterior, e independientemente de la vocación/competencia que se pueda demostrar en las entrevistas de selección individual.
    Esto es lo que desde las multinacionales del marketing se llama "tener acorralado un mercado", paso previo al monopolio.
    No me sirve el argumento de evitar el intrusismo: la formación en masters postgrado / doctorados está legalmente ya al alcance de cualquier titulad@ universitari@, se provenga de donde se provenga, por las disposiciones de Bolonia ¿entonces por qué no el posterior ejercicio profesional? ¿por qué se restringe el acceso a la sanidad pública de personas perfectamente bien formadas en clínica sólo porque su titulación universitaria original sea una u otra? y lo que es mucho más grave ¿cómo es que se restringe el acceso a formaciones clínicas de calidad en función de la titulación universitaria original? Si los cambios de Bolonia a nivel europeo buscan una mayor interdisciplinariedad ¿cómo es que en España se está definiendo lo "clínico" de manera cada vez más estrecha?
    Me siento apesadumbrada y escandalizada por la sostenida acción ejecutiva y de marketing desplegada por el "clique clínico" en este país (y parece ser que en otros, también). L@s pacientes son casi lo de menos, por lo que voy viendo, lo mismo que los ciclistas son casi lo de menos en el conglomerado mediático-empresarial de la Vuelta, del Tour, y del Giro.
    Que una tarea humana delicada como la terapéutica caiga pasto de ávidos intereses me parece equivalente a cómo la Naturaleza cae pasto de polución y excavadoras; es preciso, también en la clínica, reciclaje y biodiversidad.
    Algunas personas queremos y podemos ¡perfectamente! formarnos y trabajar en clínica desde diversas procedencias disciplinares. Queremos aportar a la aprehensión colectiva de lo clínico lo espefícico de nuestras diversas formaciones, para su enriquecimiento.
    No queremos uniformización. No aceptamos el "secuestro" de la "sanidad" pública por colectivos "clínicos" muy concretos. El estrechamiento de la oferta "clínica" perjudica a l@s usuarios de la seguridad social.
    Es por ello que toda visión colectiva, multidisciplinar y crítica, como la del Foro, me parece saludable.
    Y oportunamente, llegado el tiempo, iré participando en las precisas acciones compensatorias para ir aligerando este panorama sofocante.
    Madrid, Mayo, 2011

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