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martes, 12 de abril de 2011

BOLETIN ON-LINE nº 8



BOLETÍN ON-LINE nº 8
II FORO: LO QUE LA EVALUACIÓN SILENCIA
 "Las Servidumbres Voluntarias"
Madrid, Sábado 11 de junio de 2011. Círculo de Bellas Artes
!!!AVISO¡¡¡
Estimados amigos
Por un motivo de seguridad técnica en el servidor de EGRUPOS, se modifica la dirección de envío del formulario de inscripción, que se mandará a olga.monton.al@gmail.com   poniendo en asunto INSCRIPCIÓN y en beneficiario FORO 2. (Todos los inscritos recibirán confirmación)
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Saludos
Olga Montón
Podéis visitar nuestro blog: http://loqueevaluacionsilencia.blogspot.com/    
FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN
ENVIAR EL SIGUIENTE FORMULARIO A: olga.monton.al@gmail.com
 * NOMBRE Y APELLIDOS
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* PROFESIÓN
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 CONTRIBUCIÓN: 15 €  mediante ingreso o trasferencia en:
LA CAIXA: 2100 – 3359 – 11 – 2100644055
Os animamos a inscribiros ya que el aforo es limitado.

Presentación
Paloma Blanco Díaz

Tal vez la mayor y más preeminente expresión de la servidumbre voluntaria, tal como la describe La Boétie, la podamos encontrar hoy en las servidumbres voluntarias de sujetos y naciones al poder financiero. El capital es hoy el amo que domina naciones y personas, combinando la seducción del bienestar consumista y la universalización de los derechos humanos con la amenaza ominosa de “peligros externos” y crisis económicas. Sin embargo, hay pensadores como Ziegler que denuncia la conversión del orden europeo en un orden simbólico malvado y criminal; Sábato, que defendió una nueva resistencia al nuevo totalitarismo del capital; Hessel, que convoca a la indignación frente a la indignidad a la que el amo contemporáneo conduce al sujeto; Saramago, que propuso una vuelta a la ética frente a la suicida “religión del mercado”; o el propio José Luis San Pedro, quien habla del cáncer capitalista que nos ha hecho entrar en una época de barbarie, dejan sin coartada toda argumentación que justifique la irresponsable indiferencia ignorante del sujeto en la encrucijada histórica actual.

Es necesaria la mayor homogeneidad posible en cuanto a los modos de gozar para que el capital mantenga el poder. Por ello, en el vínculo social, la igualdad se transforma en equivalencia con vocación de hacer desaparecer la singularidad de cada sujeto. La psicología camina hacia una etología psicobiológica, como lo ilustra el estudio que podrán leer más abajo. Para el ser humano, algo “no cesa de no escribirse”  y, si finalmente se rinde a lo simbólico, es porque no tiene otra forma de establecer lazo con los otros que a partir de la mediación simbólica. El inconsciente es efecto y  producto de la rendición que cada sujeto hace a lo simbólico y esta rendición es la condición de existencia del inconsciente mismo. Es el inconsciente el que permite que para cada uno existan los otros y la posibilidad de hacer lazo con ellos. Es por esto también que todos los lazos y vínculos humanos van a evocar, conmemorar y estar coloreados por la imposibilidad que el psicoanálisis nos permite reconocer como la causa precisa de la soledad en singular.

Si los antiguos mitos eran construcciones simbólico-imaginarias que los hombres elucubraban para dar cuenta de cómo el goce se perdió, de cómo se produjo el encuentro con la imposibilidad, de cómo el encuentro entre los sexos y los goces no cesa de no escribirse, en esta época que se sustenta en la negación de la imposibilidad, tal como el discurso capitalista propugna, la nueva mitología que la psicología reduccionista construye es la negación de lo que nos hace humanos, reduciendo al sujeto a un cuerpo únicamente programado biológicamente y solo concernido por la finitud de sus células; no por la imposibilidad que imponen el goce y lo real. De este modo, el amor, el deseo, el goce, la pulsión, todo aquello que es fruto del encuentro particular y único de cada sujeto con la imposibilidad, desaparecen del horizonte eto-psico-biológico. La soledad, marca de la particularidad que nos hace únicos y nos conduce a buscar a los otros, pasa a convertirse en el aislamiento miserable de estar a solas con el objeto de goce, sin apertura a la alteridad, a la contingencia, a la infinita diferencia que compone la vida. Sin elegir, inventar, crear, desear, sobredeterminados por el goce que el propio objeto impone… Sí, indignémonos, no consintamos a la indignidad.

Estimado lector, confío en que el contenido de A-FORO te resulte atractivo y estimulante y te invito a participar también en él tomando la palabra, enviando tus comentarios, reflexiones, observaciones o materiales que consideres de interés en relación al tema que nos ocupa a montblanc@cop.es
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¡Buena lectura!

El instinto de resistirse a la tentación sexual

John Tierney

(De EL PAIS, JUEVES 10 DE MARZO DE 2011 desde THE NEW YORK TIMES, CIENCIA Y TECNOLOGÍA)

A una mujer de 21 años le habían dado instrucciones precisas de que no flirtease con nadie que entrase en el laboratorio durante un periodo de varios meses. Mantenía el contacto visual y la conversación al mínimo. Nunca usaba maquillaje ni perfume, se peinaba con una sencilla coleta y siempre llevaba pantalones vaqueros  y una camiseta corriente. Todos los jóvenes pensaban que no era más que una compañera de la Universidad Estatal de Florida que participaba en el experimento, que aparentemente consistía en que ella y un hombre montasen un rompecabezas de bloques de Lego. Pero el verdadero experimento venía después cuando cada hombre puntuaba su atractivo. Investigaciones anteriores habían mostrado que una mujer en la fase fértil de su ciclo menstrual parece más atractiva, y en este caso se observó el mismo efecto, pero solo cuando a esta mujer la puntuaba un hombre que no tenía ya una relación con otra persona.
Los demás jóvenes, los que tenían relaciones de pareja, la puntuaban como considerablemente menos atractiva cuando se encontraba en la fase de mayor fertilidad, presumiblemente porque, de algún modo, sentía que entonces representaba una amenaza mayor para sus relaciones a largo plazo. Para evitar la tentación de desviarse del buen camino, parecían decirse a sí mismos que tampoco era tan atractiva.
Este experimento forma parte de una nueva tendencia en la psicología evolutiva que estudia el “mantenimiento de las relaciones”. La investigación previa hacía hincapié en el modo en que la evolución nos preparó para reunirnos y emparejarnos: cómo los hombres y las mujeres eligen a sus compañeros buscando claves como la simetría  facial, la forma del cuerpo, la categoría social y los recursos.
Es posible que algunos de los hombres de Florida simplemente estuviesen tratando de aparecer virtuosos infravalorando el atractivo de la mujer, del mismo modo que un marido descarta al instante a cualquier mujer señalada por su esposa. Pero Jon Maner, uno de los autores del estudio, dice que eso es improbable, porque los hombres respondían a las preguntas en privado y no esperaban que nadie, salvo los investigadores, viese las respuestas.
“Parece que los hombres verdaderamente intentaban protegerse contra cualquier tentación que pudiesen sentir respecto a la mujer que estaba ovulando”, afirma Maner, que ha realizado el trabajo con Saul Miller, también psicólogo de la Estatal de Florida.”Trataban de convencer a sí mismos de que no era deseable. Sospecho que algunos hombres realmente llegaban a creerse lo que decían. Puede que otros sintiesen de todos modos la corriente oculta de su deseo prohibido, pero apuesto a que el mero hecho de expresar su falta de atracción les ayudaba a suprimirlo”.
Puede resultar difícil de creer que los hombres puedan distinguir a una mujer que está en su fase de máxima fertilidad simplemente con sentarse a su lado unos minutos, pero algunos estudios recientes han descubierto grandes cambios en los gestos y en el  comportamiento cuando una mujer se encuentra en esta etapa de mayor fertilidad. El tono de la voz de la mujer sube. Los hombres consideran el olor de su cuerpo más atractivo.
“Lo fascinante de esa fase es que pasa desapercibida para el radar de la consciencia”, afirma Martie Haselton, una psicóloga de la Universidad de California, en Los Ángeles. “Las mujeres y los hombres se ven afectados por la ovulación, pero no tenemos ni idea de qué es lo que motiva estos notables cambios de comportamiento. Queda claro que somos mucho más parecidos a otros mamíferos de lo que pensábamos”
En esta fase de máxima fertilidad, las mujeres tienen más interés por ir a fiestas y a discotecas, y se visten de un modo más atractivo, las actitudes de algunas mujeres respecto a sus compañeros también cambian, según la investigación de Haselton.
“Las mujeres que tienen relaciones estables con hombres que no son muy atractivos sexualmente- aquellos que no poseen el equivalente humano de la cola del pavo real-empiezan de repente a fijarse en otros hombres y a flirtear”, dice Haselton. Y añade: “También son más críticas con sus compañeros estables y se sienten menos unidas a ellos durante esos días previos a la ovulación”. Pero eso no significa que estén pensando en dejarlos.
Esto encaja con la explicación evolutiva sobre el adulterio basada en los “genes buenos”: una breve aventura con un hombre de aspecto atractivo puede producir un hijo con mejores genes y, por tanto, tendrá más oportunidades de transmitir los genes de la madre. Pero esta clase de infidelidad es arriesgada si el compañero estable y poco sexy de la mujer lo descubre y la deja sola para cuidar del hijo. Así que para ella tiene sentido limitar los riesgos siendo infiel solamente en aquellos momentos en que es fértil.

El intento de animalizarnos. Los experimentos en las universidades que evalúan y moralizan
Sagrario Sánchez de Castro
Nada hay en el artículo[1] del deseo, del amor, del goce, ni de la pulsión. Los fenómenos “desapercibidos para el radar de la consciencia” los atribuye al  parecido humano con los mamíferos, no al inconsciente, que para ellos no existe.
Pero el ser humano, ser que habla, no actúa en ningún caso por una vocación biológica específica, ni por una necesidad. Dice lacan: “no sabemos qué es ser vivo, salvo solamente que un cuerpo se goza”. Lacan hace una crítica a la fenomenología, al conductismo y la gestalt, por establecer una  equivalencia  entre el ser y el cuerpo, que conduce a la eliminación del sujeto.
El poder nos quiere animales y morales. Inmersos en la biopolítica, soportamos el intento del poder de reducirnos a “nuda vida”, -la que es similar a la de animales y plantas-,  y el de apartarnos de la “forma-de-vida”. Agamben,  que acuña estos dos conceptos, afirma que una vida no puede separarse nunca de su forma, y la vida humana es, precisamente por eso, “una vida que en su modo de vivir se juega el vivir mismo”.

El  experimento y las conclusiones del artículo del New York Times, son el   paradigma de una enseñanza que se ofrece en  Universidades occidentales. Aunque se ubica en la  Universidad Estatal de Florida y en la de California, este tipo de experimentos se realiza habitualmente en las Universidades españolas.

El sujeto a evaluar  es una  mujer que lleva coleta, sin maquillaje, ni perfume y a la que se le prohíbe flirtear  con los jóvenes que entran en el laboratorio. Los hombres puntúan su atractivo. Las conclusiones del experimento se escriben precedidas de palabras tales como “presumiblemente…”, ”parecían decirse a sí mismos…”  “es improbable…”,  “parece que…”, “sospecho…”, “apuesto a que…”, “puede resultar difícil de creer…”, “no tenemos ni idea…”;  palabras que nos anuncian, muy bien, las elucubraciones que vienen a continuación.  A saber: que las mujeres que están ovulando representan una amenaza mayor para los hombres y sus  relaciones a largo plazo, que los hombres “verdaderamente” intentan protegerse contra cualquier tentación con respecto a esas mujeres, que las mujeres incurren en infidelidades arriesgadas porque buscan “genes buenos” en hombres atractivos en el caso de que  su compañero  no posea “el equivalente humano de la cola de pavo real”. Este hombre, cuando descubra su infidelidad, la dejará sola para cuidar al hijo.

Son  palabras adoctrinantes, aunque pretenden pasar por ciencia.  Sabemos que no hay relación sexual, por eso no hay ningún “modo en que la evolución nos preparó para reunirnos y emparejarnos”. La psicología sueña con “el mantenimiento de las relaciones”, alerta de la amenaza de la mujer y recomienda la templanza en el hombre. Vean sino el dibujo que ilustra el artículo.

………………………………………………………………
1. Referencia al artículo previo de J. Tierney.



Bibliografía razonada

Nota sobre dos títulos imperativos: ¡Indignaos! y Reacciona
María José Olmedo
Dos imperativos ¡Indignaos! (Destino) Reacciona (Aguilar),  dan título a dos libros, el primero del francés de origen alemán Stephan Hessel , el segundo un compendio promovido por José Luis Sampedro. Ambos libros prologados el uno por el otro, el de Hessel por Sampedro y el de Sampedro por Hessel.  Juan Cruz hace una crónica (EL PAIS, domingo 3 de abril de  2011) del encuentro de estos dos nonagenarios (nacieron en el año 1917) que dan cuenta, por sus testimonios y por la foto que lo ilustra, de una jovial y decidida resistencia.
Hessel se dirige, como resistente luchador, a los jóvenes para  que respondan ante el retroceso de las últimas décadas de las conquistas sociales logradas a lo largo del pasado siglo, considera que es hora de actuar; Sampedro habla en Reacciona de ese ocaso de la sociedad, dice estar indignado y que reacciona “ante la mentira reiterada de que la única salida posible de la crisis que se nos presenta sean las medidas neoliberales”. Reivindica la “autoreeducación” para escapar del ser “competitivos, productivos e innovadores”.
Ante  la pregunta de ¿qué hacer, qué falta en la política? Sampedro  responde que la falla es la política misma, que son los poderes políticos mismos los que han abdicado de su función a favor de los financieros y que es esto lo que ha conducido a importantes déficits democráticos y a la crisis del propio sistema en toda su extensión. Resume el sentimiento que le produce el panorama actual en la siguiente respuesta: “La humanidad ha avanzado mucho en tecnología, pero muy poco en sabiduría y humanismo”.
Esta crónica de Juan Cruz, por cierto inacabada, invita a la lectura de estos textos que sin duda empujan al despertar y a dejar la posición de “servidumbre voluntaria”, asumiendo cada cual su responsabilidad, dejando de consentir.

Servidumbres voluntarias
Fernando Martín Aduriz
(Publicado en DIARIO PALENTINO el jueves 24 de marzo de 2011)
El texto de La Boétie, de 1576, llamado Discurso sobre las servidumbres voluntarias, pudiera ser de lectura obligada en Secundaria o en la Universidad. Es un texto base para un Foro que contra la evaluación generalizada va a realizarse en Madrid el próximo 11 de junio, y he tenido la fortuna de toparme con un texto que no conocía sino de referencias. Leerlo es de una actualidad increible. Su base es clara, Etienne lo afirma en una frase que condensa el texto, refiriéndose a la acción de un tirano, «¿Cómo ejerciere el despotismo sobre vosotros sino mediante vosotros?».
De aplicar la servidumbre voluntaria a mujeres de hoy que deciden voluntariamente servir a su particular tirano en un afán secreto por ser algo para alguien. De aplicar a trabajadores que aceptan condiciones laborales inhumanas, ser esclavos modernos, a cambio de unos dirham. De aplicar a estudiantes que aceptan responder lo que desea oír el señor de la tarima a cambio de un suficiente, y de una rabia interior inexpugnable. De aplicar a mayores que permiten ofensas e indignidades a cambio de visitas y de señuelos de cariño. De aplicar a clientes de bancos que prefieren doblar la cerviz ante el señor de los riesgos a cambio de una línea de crédito, y de un insomnio más.
En fin, las servidumbres voluntarias de todo un pueblo que permite el despliegue de un lenguaje que insulta a la inteligencia: bonus, protocolo, estratificación social, por citar tres de los vocablos que más me conmueven cuando escucho sus réplicas en enunciados poéticos: a desalambrar, rompieron el protocolo, suprimieron los bonus de los ejecutivos. Qué subidón.
Otra servidumbre voluntaria potente es la rendición de cada uno frente a lo incontrolable que hay en su interior, cuando tiramos la toalla ante el empuje de lo que no se puede parar porque se repite, y nos entregamos a los absurdos cotidianos o a la píldora generalizada.
La servidumbre voluntaria de todo un pueblo que ante el dormitar cotidiano no se atreve a pasar a la la indignación, y después a la insurrección.
El reciente libro del redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, Stéphane Hessel, ¡Indignaos!, escrito a sus 94 años, es una invitación a tener un motivo personal de indignación. No ceder en dejarse evaluar no es mal motivo, cuando todo el mundo sabe que hay lo imposible de cifrar porque es subjetivo. El poder tiránico moderno tiene un nombre: evaluación.
 [1] The New York Times,  sección  Ciencia y Tecnología, publicado por  El País  el jueves, 10 de marzo

 

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